Y duele... no sabes cuánto duele...
Ese dolor en el pecho de ese vacío que dejan tus huellas..
(aunque no sean reales)
El corazón palpita con dolor, sabiendo que nunca latirá por ti. Que no compartiremos los latidos incrementados cuando nuestras distancias se acortan.
Duele pensar en lo que nunca va a suceder.. Los recuerdos que nunca serán me hacen sentir insignificante. Sigo esperando ese momento adecuado en el que nuestras miradas se crucen y nos digamos todo en un instante..
Quizás me esté agarrando a burbujas de ilusiones, creadas por fantasías tontas de adolescentes..
No soy nada. Ni nunca lo seré.
Quizás es que soy una romántica que debí de nacer en otra época, en otro lugar... O puede que al romanticismo le queden los días contados en este mundo frío.. Y cada vez sea más dificil encontrar a quien te llene esos vacíos extraños que aparecen en lo más hondo de tu alma. Gritando ayuda, gritando abrigo, gritando una mano con la cual compartir lo vivido..
Porque compartido la vida sabe mejor. O eso dicen..
Porque un paseo por el parque contigo tiene otro color. Los silencios son más agradables.
O quizás debería de despertar de esta jaula de cristal que me construído de mentiras, de ilusiones frágiles, de sueños utópicos.
Quizás debería de despetar y seguir luchando por mí misma como hasta ahora..
Pero duele pensar en ello..
Duele saber que Tu y Yo nunca será una realidad.
