domingo, 23 de febrero de 2014

Fuego

Entre la delgada fina de la realidad con mis sueños hay una barrera de fuego de mi locura.



No me quiero ilusionar demasiado, porque luego vienen los golpes contra el suelo y quemaduras por mi insensatez. 

(No puedo competir con la marea de la popularidad)


Porque solo soy yo, sin ayudas, sin apoyos importantes. Simplemente mi humilde bastón forjado a base de esfuerzos rutinarios, simples y comunes.

¿Cómo esperar entonces que te fijes en mí?


Y así estoy, huyendo de la realidad cuando las cosas van mal, a mi mundo imaginario. Retrocediento a la realidad cuando un golpe destroza en mil pedazos mis sueños. Y mientras tanto me sigo quemando tras mis locuras que no me llevan a nada, solo a perder más la esperanza y la creencia sobre mí, sobre lo que puedo ofrecer, sobre lo que soy y quiero seguir siendo.


Nadie dijo que fuera fácil. Todo tiene sus subidas y bajadas. Pero últimamente tengo mini cuestas de ilusión para luego deslizarme precipitadamente contra el fango de la decepción.

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(Creo que ya va siendo hora de desempolvar mis alas y volar)

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